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A una década de la asunción del papa Francisco, MD dialogó con el padre Daniel, de la parroquia Enrique Angelelli y Mártires Riojanos de Ciudad Evita, quien celebró el “cambio profundo” que hizo el Sumo Pontífice porque “eso le trae mucha vida a la iglesia” y aseguró que “Francisco es un hombre humilde y mortal como todos nosotros”.

“Yo considero que en estos 10 años de pontificado del papa Francisco lo fundamental es que él nos vuelve a insistir y nos recuerda que en el centro de todo tienen que estar los y las pobres”, dice a MD el párroco Daniel Echeverría, que hace 28 años vive en el barrio 22 de enero de Ciudad Evita, en La Matanza.

Para el Padre Daniel “eso es puro evangelio, es lo más original de Jesús de Nazareth. No es original de Francisco, es lo original del evangelio; en el centro el amor y en el centro los preferidos del corazón de Dios, del corazón de Jesús, que son los pobres”.

En este sentido, apunta que Francisco “insiste en que quiere una iglesia pobre para los pobres, él habla de una iglesia que se enferma si se cierra, por eso nos invita a ser una iglesia en salida y esa es una de las mejores propuestas para la salud de cualquier institución, no solo de la iglesia”, argumenta y agrega que “él insiste mucho en que el verdadero poder es el servicio. Suele decir mucho la frase el pastor tiene que tener olor a oveja, es decir, la iglesia es la que cuida y pastorea y tiene que tener olor a pueblo, olor a pobre”.

Por otro lado, para el padre Daniel “lo más importante de Francisco son sus gestos” y si bien “él no hace más que recordarnos lo más original del evangelio, asistimos a palabras y a gestos que quizás nunca habíamos visto. Enseguida que asumió como papa se refirió al concilio vaticano segundo y eso es referirse a la idea de una reforma de la iglesia”, recuerda.

Sobre este tema, el párroco plantea que “algunos se preguntan si es una reforma que realmente toca lo nuclear, algunos se lo cuestionan y sostienen que hay cosas de fondo que aun no ha tocado o no ha movido, pero sus palabras sus gestos, sobre todo aquel mensaje que dio en Santa Cruz de la Sierra en Bolivia con esas tres consignas: tierra, techo y trabajo, creo que quizás es lo más original, claro y genuino que podría haber dicho. Un magisterio que se puede entender con palabras y con gestos que hablan por sí mismos”.

Por eso no duda en afirmar que el Papa Francisco “está generando una novedad” y nos advierte que “Francisco no es aquel Bergoglio que conocíamos los argentinos, Francisco hizo un cambio muy profundo y eso le trae mucha vida a la iglesia”.

Por último, el padre Daniel identifica que es “un hombre que insiste mucho en que recemos por él, necesita de nuestra oración” y eso revela que “es un hombre que se sabe limitado, que se sabe pobre y que no tiene puestas las seguridades y certezas en si mismo. Francisco es un hombre humilde y mortal como todos nosotros”, concluye.