Tanto Facebook, como Instagram y TikTok se están llenando de imágenes similares hasta el cansancio: una persona detrás de cámara aborda a una otra en situación de calle acostada sobre cartones, revolviendo basura o trabajando en semáforos y le muestra un fajo de billetes agitándoselo sobre la cara. Siempre mostrando sin ningún tipo de consentimiento sus rostros y los lugares donde duermen.

Bajo títulos como “Sorprendí a un indigente comprándole comida” o “su sonrisa vale todo”, el hashtag #helpthehomeless agrupa a cientos de videos virales que suman más de 200 millones de visualizaciones actualmente.

La limosna siempre fue el placer de los ricos

Históricamente la caridad, las donaciones y la limosna son parte de la cotidianidad de una elite que compite por ser y hacer más que sus pares. Pero ¿Cómo es que esta práctica llega a que los influencers aumenten su audiencia? ¿Qué hay detrás de estas acciones “desinteresadas”? ¿Qué subjetividades construyen?.

Para entender mejor que se esconde detrás de las millones de visualizaciones de éstos videos de 60 segundos, conversamos con Lucas Neyra, profesor de ciencias políticas, quién trabaja hace casi cuatro años en un área que acompaña e interviene en situaciones de calle en La Matanza.

“Lo primero que pienso al ver estos videos tiene que ver con la espectacularización, la cuestión morbosa que tiene lo que consumimos en las redes sociales, la falta de mirada crítica en relación a lo que se construye como contenido y se comparte. Y obviamente, lo que consumimos. Aunque este puesto en una mirada de solidaridad, por que está asociado a eso, en realidad tiene que ver con el alimento de ego, con lo que da likes, con lo que vende y se hace viral. Se está haciendo -una buena acción- pero el fin último tiene que ver con una utilización, con recibir un beneficio. Porque si no, habría que hacer cosas que puedan modificar lo estructural, lo que hace a la situación de calle”, relata.

“Pienso que estos videos se hacen virales por dos cosas. Primero porque externaliza la responsabilidad de hacer cosas por otra persona, entonces si lo comparto lo festejo y lo celebro, también soy una buena persona. Y por otro lado, hay algo con el morbo, lo que vende y se consume de la exposición de las intimidades de las personas”, agrega.

Balenciaga y Gap lanzaron una colección “inspirada” en las personas en situación de calle. Las zapatillas París cuestan 1.790 dólares.

Para Lucas Neyra, la cosificación es habitual en redes sociales, ya que te permiten compartir cosas que en el cotidiano uno se cruza pero no interactúan.

“Con respecto a las personas en situación de calle, es por miedo. Porque operan un montón de mitos, de prejuicios y de violencia social. Entonces de alguna manera la red social permite -ponerlo en agenda- pero lamentablemente desde la mirada de la caridad”, explica.

“Estos vídeos de alguna manera construyen una mirada generalizada o por lo menos predispone a que la única ayuda que podemos hacer tiene que ver con regalar/donar/dar algo material. Cuando en realidad lo que se necesita es acompañamiento y otras redes de contención/ayuda“, concluye.

Neyra nos explica que si bien las personas necesitan de un espacio donde vivir (que a su vez se dificulta por la crisis habitacional que se vive), también necesitan personas que puedan acompañar y ayudar con lo que se necesite.

“La problemática a veces no pasa solo con la vivienda, si no que tiene que ver con una falta de vínculos sociales, de red afectiva de contención. Tal vez alguna problemática de consumo, salud mental, fuertes problemáticas económicas, entre otras. Lo que necesitamos es que las personas empiecen a mirar con otros ojos, no desde la lástima, la pena, la caridad. Si no, desde una mirada humanizante”, desarrolla.

“Lo que se necesita es compromiso social, comunitario, del estado, de la familia. Visibilizar la temática y otras formas de acompañar. Obviamente un recurso material no resuelve la problemática de base, pero si es cierto que una frazada, vestimenta, lo que sea, puede hacer que ese transitar sea un poco más sencillo. Pero con eso no alcanza, hay que involucrarnos, hay que investigar y articular con organizaciones o arreas del estado que trabajen y acompañen a personas en situación de calle porque cada situación es individual y es única, tiene sus características que hacen que no se puedan pensar acompañamientos en intervenciones generalizadas. Hay un montón de otras cosas que se pueden y se deben hacer”, concluye.

Cabe destacar que gracias a la Ley de Salud Mental y a la nueva Ley de Calle y Familias sin Techo hay otras miradas más humanizantes e interdisciplinarias, para pensar todas las variables y todas las situaciones que atraviesan estas personas.

Qué podemos hacer si vemos a alguien en situación de calle

En diálogo con MD, Silvina Maidana, egresada de la carrera de Trabajo Social de la Universidad Nacional de la Matanza, integrante del Ministerio de Educación de La Nación y del Municipio de Morón, asegura que “la finalidad del video no es acompañar a la persona, sino exponerla”. 

“Me resulta nefasto que se viralicen las imágenes de las personas en esta condición. Con esto me refiero a que la utilización de la imagen personal de alguien que esta padeciendo, sea utilizada para vender contenido. La finalidad del video no es acompañar a la persona, sino exponerla. Diferente sería si es un contenido que relate desde la experiencia, o desde sus sentires”, opina.

“Aquellas personas en situación de calle que hoy se encuentran en dicha situación necesitan un acompañamiento desde las Políticas Publicas, desde una perspectiva integral, es necesario poder abordar los conocimientos previos, sus habilidades y limitaciones como por ejemplo sus sentires, corporeidades o sus lazos vinculares”, explica.

“Esto un desafío para quienes planificamos y ejecutamos las Políticas Publicas desde Programas o Proyectos, ya que las necesidades son tan inmediatas que en principio se tiende a cubrir los básico, por ejemplo para que pasen la noche. Es necesario poner de manifiesto, que pese a los roles de operadores, técnicos, talleristas y coordinación, suelen ser lugares donde habita el conflicto, ya que las historias de vida son duras. Sin embargo, no es la única dinámica vincular que prima, ya que suelen darse situaciones de asociamiento entre pares para poder costear un alquiler, o compartir alguna vivienda de algún familiar”, agrega.

“Al contribuir con dinero a las personas se estaría brindando un paliativo, que si bien resuelve cuestiones inmediatas, una vez resuelta esa necesidad, la misma se vuelve a generar al dia siguiente”.

“Ante la ausencia de lugares de asistencia y acompañamiento, el lazo prioritario tiende a ser solidario entre vecinos. Lo que sucede actualmente es que, a raíz las crisis económicas que venimos atravesando gracias a la deuda adquirida por gobiernos neoliberales y la necesidad de dar respuestas a las demandas en pandemia, hay un empobrecimiento a nivel general que hace que esas ayudas sean cada vez mas escuetas”, resalta.

“Si el interés de la ayuda emerge por alguna situación que solemos ver con frecuencia, es necesario tender a construir redes con aquellas instituciones estatales, organizaciones de la sociedad civil o juntas vecinales, para ver como podemos acompañar a esta persona. Asimismo, me parece prioritaria la escucha. Tener en cuenta el relato en primera persona de quien atraviesa sus días en calle es fundamental”, concluye.

Tanto Lucas como Silvina coinciden en la manera de accionar al ver a alguien en situación de calle.

Es fundamental preguntarle si necesita algo, si tiene familia, si se quiere vincular con ella, si hay algo que podamos hacer para darle una mano. Informarle que ante cualquier situación de emergencia hay número de teléfono en donde se pueden comunicar como instituciones, organizaciones o áreas especializadas. (Aunque si hay una persona en riesgo o esa persona está poniendo en riesgo a otra, hay que llamar automáticamente al 911 para que pueda intervenir y que ninguna persona salga herida).

Por último, es importante destacar que no todas las personas que se encuentran en situación de calle necesariamente viven en la calle. Muchas personas se encuentran en situación de monedeo, es decir que no duermen en calle, tienen sus casas pero su sustento económico tiene que ver con pedir en la calle, vender o limpiar vidrios.


Línea gratuita de atención para personas en situación de calle en PBA: 0800-666-7232. Línea de atención para personas en situación de calle en La Matanza: 6077-7550.