A veces, las situaciones de crisis más difíciles permiten descubrir fuerzas que nadie se imaginaba que tenía. Cuatro chicas de La Matanza trabajaban en un bar y se quedaron sin trabajo en plena pandemia. En ese contexto, su jefe no les podía pagar ni la indemnización, así que finalmente firmaron la renuncia a cambio del mobiliario.
Con el paso de los meses, y en medio de la pandemia, se animaron a reabrir el negocio con el nombre “Todo o nada”. De esta manera, crearon una cooperativa de mujeres.
Con mucha incertidumbre, finalmente se animaron a quedarse con el local de 30 metros cuadrados y hoy cuadruplicaron el espacio físico. Alquilaron el local de al lado y mañana inaugurarán un mega local de 120 metros cuadrados en la planta baja de Catán Shopping.
Débora Ceballos de 28 años y de González Catán, Nadia Galarza de 26 y de Pontevedra, Karen Horodeski de 25 y de Gregorio de Laferrere y Wanda Chávez de 24 y de Isidro Casanova trabajan sin descanso.
Se conocieron en Mix Café, un local que cerró en marzo del 2020 y no volvió a abrir.
“A fin de octubre del 2020, nos enteramos que no nos iban a pagar ni la indemnización. Nos arriesgamos y lo reabrimos. Le pusimos Todo o Nada, porque cuando firmamos con todas las dudas, Karen dijo es Todo o nada y quedó”, nos comenta Debora.
“El dueño de Catán Shopping nos ayudó mucho, nos impulsó a crear la cooperativa, no nos cobró por más de seis meses hasta que pudimos pagar. Fue el primero que confió en nosotras. No teníamos ni cafetera y como no contábamos con monotributo no nos querían alquilar. No teníamos proveedores. Comenzamos vendiendo licuados y comprábamos harina y manteca y hacíamos budines, muffins y bizcochuelos”, recuerda.
“Recién a los meses pudimos alquilar una cafetera, pagamos deudas que dejó nuestro ex jefe para volver a tener los proveedores. Costó mucho, pero pudimos”, concluye.
Las integrantes de la cooperativa están felices, trabajan sin descanso para finalmente el sábado 8 a las 19:00 cortar las cintas del nuevo bar confitería, un sueño que se hizo realidad.
El local está ubicado en la planta baja de Catán Shopping, (Av. Brig. Gral. Juan Manuel de Rosas 14.457). Todo o nada es un bar confitería que abrirá desde las 10:00 hasta las 02:00 de la mañana y se especializará en tragos clásicos y de autor. Además nos comentan que ofrecerán un menú ejecutivo, happy hours y after office.
Lo interesante de esta historia de resiliencia es cómo lograron luchar para no perder su trabajo. “Armamos una cooperativa de mujeres, comenzamos cuatro ahora somos nueve. No esperamos en dos años tener dos inauguraciones, poder agrandar el local y poder dar trabajo, lo que a nosotras más nos gusta. Todas somos mujeres y trabajamos tranquilas, cómodas y seguras“, menciona Karen Horodeski.
“Nuestro sueño es crecer y expandirnos, que el nombre de la cooperativa sea una marca. Ser reconocidas porque damos trabajo a mujeres, no importa su edad, no importa si
tienen hijos, si tienen otros trabajos, si estudian, siempre tratamos de rotar y acomodarnos. Sabemos que si las mujeres son madres siempre les es más difícil conseguir trabajo. Acá somos todas compañeras, no hay dueñas“, concluye.
Esta historia nos demuestra que a pesar de vivir un contexto difícil, la organización y la perseverancia son un gran motor para cumplir sueños.