El Gobierno bajó los topes que regían para la percepción de asignaciones familiares de los trabajadores formales, al reducir de $ 1.980.000 a $1.077.403 el límite de ingresos a nivel individual y de $3.960.000 a $2.154.806 el tope máximo familiar, equivalente al doble del individual, con lo cual limitó el universo de potenciales beneficiarios.

El decreto abarca a beneficios como el salario familiar por hijo, la asignación prenatal, por adopción y la ayuda escolar anual, entre otros.

La medida -se indica- es de “carácter urgente para superar la situación de emergencia que afecta a nuestro país”.

El nuevo tope de ingresos familiar fue calculado en base al aumento del índice de movilidad de diciembre (20,87%) y la establecida para marzo próximo (27.18%) por sobre el valor correspondiente a septiembre último, indican los considerandos.

Según justifica el decreto, la medida “tiene por objeto implementar una equitativa distribución de los recursos sobre la base del principio cardinal de solidaridad social en atención al uso racional, eficaz y eficiente de los recursos públicos”.