La semana pasada, una niña de tan solo 12 años dió a luz en el baño de su casa. Según lo difundido por el Hospital de Niños de San Justo, el embarazo fue producto de un abuso intrafamiliar por parte de la pareja de su madre, un hombre de 45 años.

El hombre, identificado como Armando G., fue detenido de inmediato tras la declaración de la pequeña y quedó a disposición de la Justicia por el delito de “Abuso sexual con acceso carnal”. Sin embargo, esta calificación puede variar y agravarse por tratarse de un embarazo que llegó a término y por el vínculo intrafamiliar con la menor.

El hecho se descubrió durante el mediodía del jueves 27 de octubre en la localidad de San Justo. El caso se dio a conocer cuando la nena fue llevada al Hospital de Niños de ese distrito.

En el caso interviene la fiscal Silvana Breggia, a cargo de la Fiscalía de Conflictos Familiares, Género y Delitos contra la Integridad Sexual N°1 de La Matanza.

¿Es posible identificar una situación de abuso en la niñez?

Silvana Vignola, relatora de la Comisión de Salud Pública de la Cámara de Diputados de la Provincia, trabajadora en situaciones de abuso sexual contra niñes hace más de 15 años e integrante de la “Red provincial por los Derechos de la Niñez”, explica que los abusos son detectables y que hay indicadoras que se deben tener en cuenta, siempre y cuando se encuadre en la etapa evolutiva. Es decir, no es lo mismo un niño o niña de 0 a 5 que un adolescente.

Si bien no hay un indicador que por sí solo cuente algo, salvo por un relato o algún indicador físico (ITS o embarazo en niñas y adolescentes), hay ciertas actitudes o signos que pueden manifestarse.

Muchos indicadores que aparecen con frecuencia son:

  • Enuresis: cuando ya el niño o la niña tiene control de esfínteres  y vive un retroceso donde se empieza a hacer pis.
  • Encopresis: cuando el niño o la niña se empieza a hacer caca encima.
  • Pesadillas, terrores nocturnos.
  • Cambios significativos en estados de ánimo, por ejemplo, una niña que era muy alegre y pasa a estar introvertida o irritable.
  • Indicadores en la producciones gráficas, en el juego de los niños y también en el juego, cuando aparecen algunas conductas o algunas escenas que que arman que reproducen en alguna escena que remite a la sexualidad adulta.

Además, Silvana nos explica que hay que saber distinguir niñeces que estén explorando su sexualidad, de niños/as que estén jugando al papá/mamá y llevan ese juego al movimiento de coito. O alguna mención que dé a entender que estén hablando del semen, por el olor o el color.

Algunos otros indicadores y signos que alertan en infancias pueden ser: Conductas autolesivas, trastornos de la alimentación, fugas del hogar, pequeños robos o mentiras. Aunque esto es muy difícil de la adolescencia, porque la adolescencia tiene sus características.

“A veces el relato como por ahí habrán escuchado a veces llega de manera tardía porque a veces en la familia hay un mandato de guardar silencio. A veces la revelación suele ser tardía y asociada a alguna cuestión que pueda surgir en la familia de cualquier adolescente, que puede llegar a ser algún permiso para hacer alguna actividad o salida. Ante el enojo de una discusión en torno a este tema puede surgir el relato y allí se le resta credibilidad”, explica Vignola.

“Las familias lo terminan etiquetando problemático ante toda esa situación y el relato se desestima. Se desestima por los mecanismos de negación que operan en las familias. Pero estos mecanismos son los mismos mecanismos que operan también en las instituciones, la institución policial y judicial; la institución escolar; la institución de salud y en la comunidad” concluye.

Es necesario fortalecer todos los componentes del sistema de protección

Respecto al hecho que tuvo lugar la semana pasada en San Justo, Vignola asegura que estos casos se ven a diario y explica cual es la solución frente a este hecho alarmante.

“Con respecto a la situación que se dio a conocer mediáticamente de esta niña de 12 años que fue forzada a parir a raíz de una situación de abuso que evidentemente no se pudo detectar de manera temprana, creo que es necesario fortalecer todos los componentes y patas del sistema de protección. Con eso me refiero a continuar garantizando la implementación efectiva de la ESI, a fortalecer también con recursos no solo materiales sino con recurso humanos, con profesionales que tenga formación pero también perspectiva de género, de niñez, de derechos humanos y que estén formados para empezar a identificar estas problemáticas”, responde.

“No me sorprende que nadie haya advertido, leía la nota que publicó TN y hacía mención a que la madre no había identificado que la niña estaba embarazada y sí. En mi experiencia de trabajar en niñez en el Municipio de La Matanza, infinidad de veces identificamos situaciones de niñas que llevaban a la consulta médica por ahí porque tenían dolor de panza o los pies hinchados y estaban en trabajo de parto, agrega.

“Me acuerdo de una adolescente, con la que se intervino, que era super delgada y había transitado un embarazo que lo llevo a término y parió sola en la casa, sin ningún tipo de contención. La mamá la noche anterior le había hecho un té de manzanilla porque pensó que era un dolor de estómago, porque la panza de embarazo no era para nada visible”, recuerda en diálogo con MD.

“Me pregunto hasta qué punto operan algunos mecanismos como para guardar este tipo de secretos que se les imponen a estos chicos y chicas que quedan silenciados y no pueden revelar una situación de abuso que están atravesando”. 

“Sabemos que el abuso intrafamiliar es uno de los más frecuentes, el abuso es una tragedia y es uno de los delitos más impunes porque son muy pocos los casos que se denuncian y que llenan a una condena”, destaca.

“Me parece que hay que fortalecer las instancias de promoción, de trabajo no solo con los equipos de niñez, de salud, de educación, de género, etc. sino también fortalecer el trabajo con la comunidad y con las familias para que puedan identificar estas situaciones a tiempo. Seguramente hubo un montón de indicadores previos, en este caso, que podrían haber resuelto la situación de otra manera. Esta niña, por ahí, hubiese podido tener la oportunidad de elegir si continuaba o no con ese embarazo, pero no. Fue forzada a parir”, concluye.


¿Cómo denunciar un abuso de forma anónima?

Es importante recordar que existen los números 102 y la línea 137 como líneas dónde se puede llamar, donde se puede hacer una denuncia anónima por lo que no es necesario identificarse o dar datos personales para que se pueda iniciar una intervención.